domingo, 29 de mayo de 2011

Cambia tu Ruta, Sal de la Rutina

En el siglo en que vivimos, tan acelerado, todos en algún momento dado caemos en la rutina y aveces eso nos hace desviarnos de la ruta o del camino correcto.
La Palabra dice que "Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte" Proverbios 16.25.

Estamos viviendo en tiempos en que todo hay que tenerlo planeado, desde el día anterior ya sabemos lo que haremos mañana. Pero te pregunto: ¿Tienes a Dios en tu rutina y/o en tu diario vivir?

Hay muchas rutinas que hacen de nuestra vida más fácil, otras que solo nos complican la vida. Aveces caemos en rutinas sin darnos cuenta. Un ejemplo de esto es; cuando hacemos una oración repetitiva todos los días. La Palabra dice "Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejante a ellos; pues vuestro Padre sabe de que cosas  tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis" Mateo 6.7,8.

Una rutina diaria lo puede ser: levantarnos, comer, ver televisión, hablar por teléfono, usar la computadora, etc. Es algo que hacemos continuamente y con frecuencia. La rutina es un modo de conformismo del cual el ser humano debe salir. ¿Porque conformarte con lo mismo y lo mismo, cuando puedes hacer más?
Lo mismo aplica para las cosas de Dios, ¿Porque conformarte con darle el tiempo restante a Dios y no le  das lo mejor de ti? ¿Porque no poner a Dios como prioridad en tú vida? Él te puso como su prioridad en su vida al morir en la cruz por ti. ¿Porque no sales de la rutina y le das lo mejor a Él?

Muchas veces hacemos de ir al templo una rutina. Llegamos al templo, nos sentamos, cantamos, leemos la Palabra, volvemos y nos sentamos a escuchar la predicación, y lamentablemente salimos a nuestro hogar igual como llegamos. Esto no debe de ser así. La Palabra dice: "Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre" Salmo 100.4
Hay veces que el único tiempo que le dedicamos a Dios es cuando vamos al templo, a sus atrios. Y si este es el único tiempo que le dedicamos, entonces ¿Porque desperdiciarlo cayendo en la rutina? Si fuiste cargado al templo, deja tu carga allí, entregasela a Él, no te la lleves a tu hogar.

Te reto a que hoy salgas de tu rutina. Dale el primado a Dios. Quita lo que te impide acercarte más a Él. Aveces hay cosas que no querremos entregar, ni sacrificar, pero son necesarias para poder tener una mejor relación con Dios. Escoge  la ruta correcta, el camino que te lleva a la Eternidad con Dios. Un día Jesús lo dio TODO al morir por ti. Dale todo a Él, vive para Él, sacrificate por Él. Darle el primado a Él solo te traerá bien y bendiciones en abundancia. Dios te Bendiga!!!

viernes, 20 de mayo de 2011

Jesús te llama


Una vez una persona cercana a mi me dijo: "El tiempo de buscar de Dios era ayer" al momento no lo entendí, y me dije dentro de mí "Porque me dice eso, si nunca es tarde para buscar del Señor". Pero luego me explico lo que quería decir y lo pude entender.
Y es que el momento de buscar de Dios es aquí y ahora, ¿porqué dejar la busqueda de Dios para después? ¿Y si luego no hubiera un después para buscar de Él?

La Palabra de Dios dice que ni los mismo ángeles del cielo saben el día ni la hora en que vendrá en Señor (mateo 24.36). Por tanto debemos estar preparados en todo tiempo.
Aquí les dejo lo que dice la Palabra sobre su venida:
Mateo 24
24:1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
24:2 Respondiendo él, les dijo:
¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, 
diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. 
24:5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. 
24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.
24:8 Y todo esto será principio de dolores. 
24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 
24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 
24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 
24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. 
24:15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), 
24:16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 
24:17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 
24:18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
24:19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 
24:20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo; 
24:21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 
24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 
24:23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 
24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 
24:25 Ya os lo he dicho antes. 
24:26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 
24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
24:28
Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. 
24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. 
24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. 
24:32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 
24:33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las 
puertas. 
24:34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 
24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 
24:36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 
24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 
24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 
24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 
24:40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 
24:41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 
24:42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. 
24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. 
24:44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
24:45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 
24:46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 
24:47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. 
24:48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; 
24:49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, 
24:50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, 
24:51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.